Se va el amigo de los bosques
En marzo de 2006, el escritor José Saramago escribió en el diario El Mundo un artículo conmovedor sobre un gesto protagonizado por su abuelo Jerónimo. El artículo, titulado “La despedida de Jerónimo Melrinho”, contaba que su abuelo, al presentir su muerte, y antes de ir al hospital, se fue al huerto a despedirse de cada uno de los árboles que había cuidado y plantado. No se despidió de los animales, pero se despidió de su familia y de sus árboles como si todo fuese para él su familia.
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